Sí. Aunque se trate de una casa o un edificio antiguos, se pueden llevar a cabo una serie de cambios que permitan mejorar su aislamiento. Hay diferentes niveles de cambios, que estarán en función de la inversión que se quiera o se pueda realizar.
Por ejemplo, si se quieren cambiar los suelos de una vivienda o de un local ya construidos, se puede aprovechar para aislarlos térmicamente, colocando el material aislante sobre el forjado, de manera que el parquet, el gres o el recubrimiento que se ponga quede como pavimento flotante.
También los tejados se pueden modificar en este sentido: si son inclinados y el espacio que queda debajo no es habitable, se puede poner el material aislante directamente sobre el suelo, sin hacer ninguna obra; si son horizontales, tipo terrado, el material se coloca sobreel forjado pero bajo la capa de impermeabilización; si el tejado es horizontal pero no se tiene que caminar por encima, se pone un material aislante que no absorba la humedad y se protege con grava, aunque también se puede utilizar hormigón con áridos, que hace de aislante.
Y, finalmente, también se pueden modificar las ventanas, que son quizás el punto más vulnerable para las fugas de calor, ya que el 40% de estas fugas se produce a través de ellas: lo mejor es cambiar los vidrios y poner doble vidrio (dos vidrios separados y sellados a lo largo de su perímetro, que dejan entre sí una cámara cerrada que hace la función de aislante), pero también hay que revisar todas las juntas entre la ventana y la pared, tanto si es de madera como metálica, y sellar bien todos los agujeros que puedan haber quedado o que se hayan hecho con el tiempo.